Durante la conferencia COICOM 2025, que reunió a líderes cristianos de toda Iberoamérica en Honduras, el reconocido pastor y cantante mexicano Marco Barrientos lanzó un fuerte llamado a la reflexión sobre los peligros de la “cultura de celebridad” dentro de la iglesia evangélica.
En una rueda de prensa, Barrientos advirtió que el fenómeno del estrellato gospel está generando graves daños espirituales y emocionales en quienes son expuestos constantemente: “Está causando muchos daños a quien está en evidencia”, afirmó.
El líder cristiano, quien ha atravesado serios problemas de salud, confesó que tomó la decisión de dejar de tomarse fotos con el público para no alimentar un ambiente de fama artificial: “El tema de las fotos alimenta una cultura de celebridad en vez de una cultura de comunidad”, explicó.
Barrientos criticó además la tendencia de tratar a los músicos cristianos como celebridades con privilegios especiales, lo cual consideró totalmente opuesto al mensaje del Evangelio. Aunque reconoció que la industria musical cristiana está compuesta por personas talentosas y valiosas, advirtió que se está desviando del propósito espiritual esencial.
El peligro de la fama y los aplausos
El pastor alertó sobre cómo los aplausos y la atención pública pueden convertirse en un falso remedio para conflictos internos: “Están bebiendo de esa atención, porque tienen conflictos internos… alguien dijo: ‘ser una celebridad te mata’”, enfatizó.
Señaló también la conexión entre esta cultura tóxica y las crecientes crisis de salud mental entre líderes cristianos, denunciando la presión por mantener una imagen impecable que provoca una “paradoja insostenible entre el show y la vida real”.
“Hay pastores que están cometiendo suicidio. Muchos ministros están deprimidos, pero se levantan sonrientes en el púlpito y, al bajar, su situación personal es peor”, lamentó.
Un testimonio de restauración
Barrientos recordó que en octubre de 2020, durante una crisis de salud que casi le cuesta la vida, Dios lo confrontó directamente sobre los riesgos de la fama: “Cuando casi muero, el Espíritu Santo me dijo: ‘Ven, quiero hablar contigo’”, relató, destacando su proceso de sanidad y restauración por la gracia de Dios.
En su mensaje, exhortó a periodistas y comunicadores cristianos a utilizar su influencia para transformar la narrativa y confrontar esta problemática: “Tienen un poder extraordinario para cambiar la narrativa. Pregunten a los líderes cómo guardan su corazón y evitan ser contaminados por el espíritu del mundo”.
La crítica de Barrientos propone un regreso a la autenticidad, la humildad y la verdadera comunidad en el liderazgo cristiano, priorizando la comunión con Dios por encima de la fama superficial.
“En estos tiempos necesitamos rechazar la fama pasajera para tener pastores y líderes sanos, cuya identidad, valor y sustento emocional provengan de Dios, y no de los aplausos del público”, concluyó.
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