El ayatolá Alí Jamenei es la figura más poderosa de Irán. Desde 1989, ocupa el cargo de líder supremo, una posición que combina autoridad religiosa y política, y lo coloca por encima de todas las demás instituciones del país, incluyendo al presidente, el Parlamento y el sistema judicial.
¿Quién es Alí Jamenei?
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Nació en 1939 en Mashhad, una ciudad religiosa importante de Irán.
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Proviene de una familia clerical chiita.
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Fue perseguido y encarcelado por oponerse al Sha Reza Pahlavi antes de la Revolución Islámica de 1979.
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Tras la revolución, tuvo una rápida carrera política: fue presidente de Irán (1981–1989) y luego sucesor del ayatolá Ruhollah Jomeiní.
¿Qué poder tiene como líder supremo?
Jamenei controla todas las ramas del poder en Irán:
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Es el jefe de Estado.
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Es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, incluido el poderoso Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).
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Tiene la última palabra en todas las decisiones clave de política interna y exterior.
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Puede nombrar o vetar candidatos en las elecciones.
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Supervisa directamente las agencias de inteligencia, justicia, medios estatales y política nuclear.
¿Y su familia?
Aunque oficialmente mantienen un perfil bajo, sus hijos tienen fuerte influencia política:
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Mojtaba Jamenei, el segundo hijo, es el más influyente. Está vinculado a la Guardia Revolucionaria y ha sido señalado como posible sucesor. Muchos lo consideran el verdadero operador detrás del poder de su padre.
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Mustafa y Masoud han trabajado en áreas religiosas y propagandísticas, y están casados con hijas de clérigos poderosos.
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Meysam, el hijo menor, también es clérigo y ha estado involucrado en la difusión de las ideas de su padre.
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Las hijas, Bushra y Hoda, están casadas con hombres de familias influyentes ligadas al aparato clerical.
¿Por qué es tan difícil un cambio de régimen?
El sistema iraní está estructurado para blindar al líder supremo:
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Jamenei ha creado una red leal y clientelar, basada en relaciones familiares, religiosas y militares.
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Cualquier cambio tendría que venir de la propia élite clerical o de una insurrección interna masiva, lo que es improbable bajo represión constante.
¿Qué papel juega Jamenei en la guerra actual con Israel?
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Es el máximo responsable de la política exterior y militar, especialmente en lo referente al programa nuclear y el respaldo a grupos como Hezbolá.
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Cualquier ataque contra él, como el que según informes propuso Israel y Trump rechazó, sería visto como un acto extremo que podría provocar una guerra total.
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Netanyahu cree que su eliminación acabaría con el conflicto, pero también podría provocar una desestabilización regional mucho más grave.
¿ayatolá Alí Jamenei y qué grado de poder concentra como líder supremo de Irán?
Según informes de medios estadounidenses, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría rechazado una propuesta de Israel para asesinar al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, calificándola como una “mala idea”.
Israel sostiene que su ofensiva militar actual busca desmantelar las capacidades nucleares iraníes, a las que considera una amenaza existencial. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sugerido que estas acciones podrían desembocar en un cambio de régimen en Teherán, alentando incluso al pueblo iraní a rebelarse contra sus autoridades.
En una reciente entrevista, Netanyahu argumentó que un ataque contra Jamenei no intensificaría el conflicto, sino que contribuiría a terminarlo. “Irán promueve una ‘guerra eterna’ y nos empuja hacia una confrontación nuclear. Lo que Israel hace es frenar esta agresión enfrentando a las fuerzas del mal”, afirmó.
El perfil del líder supremo
Alí Jamenei es apenas el segundo líder supremo de Irán desde la Revolución Islámica de 1979, y ostenta el cargo desde 1989. Para gran parte de la población iraní, especialmente los más jóvenes, Jamenei ha sido la única figura de poder supremo que han conocido.
Como jefe de Estado y comandante de las Fuerzas Armadas —incluido el influyente Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica—, posee autoridad absoluta en los asuntos más estratégicos del país. Tiene poder de veto en decisiones políticas, nombra altos cargos del gobierno y aprueba a los candidatos que pueden participar en las elecciones.
Nacido en 1939 en Mashhad, Jamenei proviene de una familia chiita devota. Su formación estuvo centrada en estudios coránicos desde temprana edad, y desde joven participó en movimientos de oposición al régimen del Sha Reza Pahlavi. Fue arrestado varias veces y vivió períodos en la clandestinidad. Tras la revolución de 1979, el ayatolá Jomeiní lo designó como líder de oración en Teherán y más tarde fue elegido presidente en 1981. En 1989, tras la muerte de Jomeiní, fue designado como su sucesor.
El rol de su familia
Jamenei reside con su esposa en un complejo austero en el centro de Teherán. Tiene seis hijos: cuatro varones y dos mujeres. Su segundo hijo, Mojtaba, es considerado el más influyente y cercano a los círculos de poder, especialmente dentro del ala conservadora. Se ha especulado que podría ser el preferido de su padre como sucesor, aunque esto ha sido desmentido oficialmente.
Mojtaba, educado en la élite religiosa de Qom, se vio envuelto en controversias por su presunta intervención en elecciones pasadas. También mantiene fuertes vínculos con la Guardia Revolucionaria.
Los otros hijos varones —Mustafa, Masoud y Meysam— han mantenido distintos niveles de participación en los ámbitos religiosos, propagandísticos y educativos del régimen, todos vinculados a familias poderosas dentro del aparato clerical.
Las hijas, Bushra y Hoda, nacidas después de la revolución, están casadas con descendientes de figuras influyentes del régimen, reforzando así la red de alianzas familiares que sustenta el poder del líder supremo.
Poder absoluto sin sucesión hereditaria
Aunque Irán no es una monarquía y el liderazgo no es hereditario, la familia Jamenei, especialmente Mojtaba, desempeña un papel central en la estructura de poder. La Oficina del Líder Supremo, que coordina múltiples áreas del gobierno y la ideología oficial, concentra un poder que opaca incluso a las instituciones constitucionales.
La figura de Jamenei sigue siendo determinante en la política interna y externa de Irán, y cualquier intento por debilitar su liderazgo podría tener repercusiones imprevisibles para la estabilidad regional.
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