En una medida con fuertes implicaciones económicas y diplomáticas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles adicionales a productos importados desde Canadá, México y China. La decisión tiene como objetivo presionar a estos países para que adopten acciones concretas en la lucha contra el tráfico de fentanilo, un opioide sintético que ha desencadenado una grave crisis de salud pública en territorio estadounidense.
Particularmente, China será objeto de un arancel suplementario del 10 %, en respuesta a lo que Washington considera una falta de compromiso en el control de los precursores químicos utilizados en la producción de esta sustancia. Según cifras oficiales, el fentanilo es responsable de más de 70.000 muertes por sobredosis al año en EE. UU. y representa actualmente la principal causa de fallecimiento entre personas de 18 a 45 años.
Este opioide, hasta 50 veces más potente que la heroína y considerablemente más económico de producir, se ha convertido en una amenaza letal que trasciende fronteras, exigiendo respuestas inmediatas tanto a nivel nacional como internacional.
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