El reconocido actor Neal McDonough ha compartido su inspiradora historia de lucha y superación por mantenerse fiel a su fe cristiana en una industria tan desafiante como Hollywood.
McDonough, actualmente en cines con la película “Guns & Moses”, reveló que fue puesto en la “lista negra” de grandes estudios tras negarse a realizar escenas que comprometieran sus convicciones y el respeto por su esposa.
Una decisión costosa por amor y valores
McDonough, conocido por su participación en series como “Desperate Housewives”, decidió desde hace años rechazar cualquier escena de besos con actrices:
“No quería someter a (mi esposa) Ruve a ese tipo de cosas, porque es simplemente extraño”, explicó el actor, refiriéndose al profundo respeto y amor que siente por su familia.
A raíz de su política, fue desechado de proyectos, perdiendo incluso su casa y bienes materiales, lo que lo llevó a afrontar una etapa difícil, con problemas de alcoholismo y auto-compasión.
Superar la adversidad y redescubrir el propósito
McDonough confesó a CBN News que, tras ese período oscuro, decidió redirigir su vida hacia Dios, dejando atrás las adicciones y la depresión. Encontró sanidad y un nuevo propósito en la realización de películas redentoras que construyan puentes y transmitan valores:
“Creo que cuando caí en esos problemas, lo hice sobre mí y no lo estaba haciendo lo suficiente sobre Él… Finalmente dejé la botella y regresé al Señor, encontrando sanación”.
En su última película “Guns & Moses”, McDonough busca justamente transmitir un mensaje de esperanza, respeto y comprensión entre comunidades. Interpreta a un alcalde que acompaña a un rabino en medio de la adversidad, mostrando cómo “honrar a Dios y amar al prójimo” puede transformar vidas y sociedades.
Consejos para otros cristianos
El actor invita a quienes han enfrentado rechazos o luchas similares por defender sus ideales a mantener la fe y confiar en el propósito de Dios para sus vidas:
“Deben creer que, si tienen un talento divino como el mío, sé que si tengo fe en Él, me ayudará a superar cualquier cosa”.
McDonough insiste en que es posible vivir de acuerdo con los valores bíblicos incluso en entornos hostiles, y que cada prueba puede convertirse en testimonio. Añade que “está bien tener pensamientos diferentes”, y que el mundo necesita más mensajes de amor, no de odio o división.
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El testimonio de McDonough es un recordatorio poderoso de que la fidelidad a Dios puede conllevar sacrificios visibles, pero también trae restauración, nuevas oportunidades y autenticidad. Su ejemplo nos anima a no ceder ante las presiones del mundo y a usar cada talento y plataforma para honrar a Dios y amar al prójimo en todo tiempo.
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