Rakesh, un pastor que vive con su familia en una pequeña aldea del norte de la India, ha enfrentado grandes desafíos por su fe en Jesús. A pesar de la persecución, su compromiso con el Evangelio lo mantiene firme en la región, donde comparte la palabra con comunidades hindúes de al menos diez aldeas cercanas.
Todo comenzó cuando una mujer hindú enferma asistió a un culto en la casa de Rakesh y, tras recibir oración, fue sanada y decidió entregar su vida a Jesús. Esta conversión enfureció a sus familiares, incluidos sacerdotes del templo hindú local, quienes organizaron un ataque contra el pastor.
El 2 de junio de 2024, mientras la mujer participaba en un servicio, una multitud irrumpió violentamente, exigiendo que cesaran las reuniones. Rakesh fue brutalmente agredido y su iglesia, junto con su hogar, vandalizados. La policía ordenó suspender todas las actividades cristianas en el lugar, generando temor en la congregación y afectando su asistencia.
Ante la crisis económica que enfrentaba Rakesh, la organización International Christian Concern (ICC) intervino apoyándolo para abrir una tienda de artículos generales que le permitió alcanzar independencia financiera. Gracias a este negocio, pudo mejorar su hogar, sostener a su familia y fortalecer su ministerio.
La tienda prosperó y se trasladó a un área más céntrica, atrayendo mayor clientela y permitiendo que Rakesh continúe expandiendo su labor espiritual. Como fruto de este esfuerzo, más de diez hindúes aceptaron a Cristo y ahora forman parte activa de una iglesia en crecimiento.
Este testimonio resalta cómo, a pesar de la persecución y dificultades, la provisión divina guía y sostiene a quienes perseveran en la fe, extendiendo el Reino de Dios en el norte de la India.
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