El reconocido evangelista y pionero de la televisión cristiana Jimmy Swaggart falleció este martes 1 de julio, a los 90 años de edad, tras sufrir un paro cardíaco el pasado 15 de junio en su residencia de Louisiana. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde permaneció en estado crítico hasta el momento de su partida, según informó su familia y el ministerio que lideró durante más de siete décadas.
El comunicado oficial de su ministerio expresó:
“Hoy, nuestros corazones están pesados al compartir que el Hermano Swaggart ha terminado su carrera terrenal y ha entrado en la presencia de su Salvador, Jesucristo. Hoy fue el día sobre el que cantó durante décadas. Se encontró con su amado Salvador y entró en los portales de la gloria. Al mismo tiempo, nos regocijamos sabiendo que lo veremos de nuevo algún día”.
Un ministerio global de palabra y alabanza
Nacido el 15 de marzo de 1935 en Ferriday, Louisiana, Swaggart experimentó una conversión profunda a la edad de ocho años. Inició su ministerio en 1955, y con el paso del tiempo se convirtió en uno de los predicadores más influyentes de Estados Unidos. Su programa televisivo llegó a más de 140 países y su música gospel vendió más de 15 millones de álbumes. También fue autor de cerca de 50 libros.
Reconocido por su estilo apasionado, predicó incansablemente sobre el poder transformador de la cruz, el arrepentimiento y la obra del Espíritu Santo. Fundó el Family Worship Center y la red SonLife Broadcasting Network en Baton Rouge, desde donde transmitió su mensaje a millones.
Escándalos, caída y perseverancia
A pesar de su impacto espiritual, la carrera de Swaggart también estuvo marcada por momentos difíciles. En 1988, fue fotografiado con una prostituta en Nueva Orleans, lo que derivó en una confesión pública y su remoción como ministro de las Asambleas de Dios. En 1991, un nuevo escándalo en California confirmó su caída ante la opinión pública.
Aunque nunca volvió a alcanzar el mismo nivel de notoriedad, Swaggart continuó predicando, liderando su iglesia y ministrando a una audiencia leal hasta sus últimos días. Para muchos, su historia fue también un testimonio de la gracia, la restauración y la perseverancia en la fe.
Reacciones y legado
Líderes cristianos y personalidades públicas han expresado sus condolencias.
Doug Clay, superintendente general de las Asambleas de Dios, comentó:
“Su vida y ministerio tocaron incontables vidas y dejaron una huella imborrable en nuestra familia mundial”.
El pastor Jentezen Franklin añadió:
“Terminó más fuerte de lo que comenzó y ganó millones de almas. Su esposa y familia continúan su legado de compartir a Cristo con el mundo”.
Swaggart deja un legado profundo y complejo: su fervor evangelístico, su impacto en la música cristiana, sus errores humanos y su determinación por mantenerse fiel al llamado de Dios, a pesar de las caídas.
La familia ha pedido oraciones y agradeció el apoyo recibido durante estos días difíciles.
“Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.”
— Salmos 116:15 (RV1960)
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