Un sorpresivo ataque con drones a bases aéreas rusas resume la estrategia de guerra de Ucrania

Un sorpresivo ataque con drones a bases aéreas rusas resume la estrategia de guerra de Ucrania

 



Ucrania (AP) — Una operación encubierta que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy calificó como “digna de los libros de historia” destruyó o dañó en pocas horas casi un tercio de la flota de bombarderos estratégicos de Rusia. El ataque se llevó a cabo con drones de bajo costo infiltrados en territorio ruso, según autoridades ucranianas.

La operación, con nombre en clave "Telaraña", fue planeada durante más de 18 meses por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y personalmente supervisada por Zelenskyy. Se ejecutó en un momento crítico de la guerra, cuando las conversaciones de paz siguen estancadas y Moscú continúa lanzando ataques récord con drones y misiles.

Este golpe audaz refleja la estrategia de guerra de Ucrania: frente a un enemigo numéricamente superior y mejor armado, Kyiv ha optado por tácticas innovadoras y económicas para infligir pérdidas significativas, confiando en el factor sorpresa.

Ucrania afirma haber atacado 4 bases aéreas

Zelenskyy informó que se utilizaron 117 drones en el ataque, que alcanzó cuatro bases aéreas militares y provocó la destrucción o daño de el 34% de la flota rusa de bombarderos con capacidad de lanzar misiles.

La operación fue dirigida desde una oficina ubicada junto a una sede del servicio de seguridad ruso, el FSB, según Zelenskyy, aunque no precisó el lugar exacto en Rusia. Los drones FPV (vista en primera persona) fueron introducidos clandestinamente en el país, ocultos en contenedores de madera que luego fueron transportados en camiones cerca de los objetivos.

Desde allí, los drones despegaron y atacaron bombarderos estratégicos rusos. Videos difundidos por medios rusos en redes sociales mostraron drones emergiendo de los contenedores. Según el SBU, más de 40 aviones militares rusos resultaron severamente dañados o destruidos, con pérdidas estimadas en 7 mil millones de dólares.

Uno de los objetivos clave fue la base aérea de Belaya, en la región siberiana de Irkutsk, a más de 4,000 km de Ucrania.

El Ministerio de Defensa ruso confirmó los ataques, señalando daños en aviones y fuegos en bases de las regiones de Irkutsk y Murmansk. También informó que se repelieron ataques en las regiones de Amur, Ivánovo y Riazán. No ha sido posible verificar de forma independiente las afirmaciones de ninguna de las partes.

Objetivo: debilitar los bombardeos rusos

Entre los aviones destruidos se encuentran modelos estratégicos como el A-50, Tu-95 y Tu-22M, utilizados por Moscú para lanzar misiles contra Ucrania y coordinar defensas aéreas. Kyiv busca desde hace tiempo reducir la capacidad rusa de atacar sus ciudades, ante su limitada defensa antimisiles.

La pérdida de estos bombarderos podría debilitar significativamente la capacidad ofensiva aérea de Rusia.

Este ataque coincidió con una nueva ofensiva rusa con 472 drones contra Ucrania, el mayor número lanzado hasta ahora, en un intento de dañar la producción armamentística ucraniana, minar la moral de la población y agotar sus defensas.

Impacto psicológico y estratégico

Más allá del daño material, la operación ofrece a Ucrania un impulso moral en un momento de frustración en las negociaciones de paz y de intensificación de la ofensiva rusa.

El ataque ocurrió un día antes de una nueva ronda de negociaciones en Estambul y el mismo día que Rusia lanzó su ofensiva récord con drones.

“El enemigo pensó que podía bombardear Ucrania y asesinar ucranianos con impunidad. Pero no es así. Responderemos al terror ruso y destruiremos al enemigo en el mar, en el aire, en la tierra… y si es necesario, bajo tierra también”, declaró el jefe del SBU, Vasyl Maliuk.


Parte de una estrategia más amplia de ataques sorpresa

A lo largo de la guerra, Ucrania ha empleado con frecuencia operaciones de alto riesgo en la retaguardia rusa para debilitar su maquinaria de guerra, a pesar de las dificultades en el frente.

Esta acción es quizás la más audaz dentro de una serie de ataques similares:

  • En abril de 2022, Ucrania hundió el Moskva, buque insignia de la flota rusa del Mar Negro.

  • En octubre de 2022, dañó el puente de Kerch, que une a Rusia con Crimea. El puente fue golpeado nuevamente en julio de 2023.

  • En agosto de 2024, Ucrania lanzó una incursión militar en la región rusa de Kursk, primera ocupación extranjera en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque Moscú afirmó haberla recuperado por completo en abril de 2025, Kyiv asegura que mantiene tropas activas en la zona.

Con esta última ofensiva, Ucrania refuerza su estrategia de guerra asimétrica, basada en golpes precisos, económicos y psicológicamente devastadores para Moscú.


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