Cuando Donald Trump prometió reformas profundas al regresar a la Casa Blanca, pocos anticiparon la velocidad y el alcance con que actuaría. En tan solo tres meses desde su investidura el 20 de enero, el 47º presidente de Estados Unidos ha ejercido su autoridad con una intensidad que pocos mandatarios han igualado.
A través de decretos firmados, anuncios en redes sociales y una serie de políticas agresivas, la administración Trump ha dejado su huella en todos los rincones del gobierno federal. Para sus seguidores, se trata de un presidente que cumple su palabra. Para sus críticos, de una amenaza sin precedentes al equilibrio constitucional.
A continuación, seis episodios clave que han marcado estos primeros 100 días de mandato y sus consecuencias más relevantes:
Poder presidencial: choque frontal con la justicia
Una frase publicada por el vicepresidente JD Vance en redes sociales encendió una tormenta constitucional: “Los jueces no pueden controlar el poder legítimo del ejecutivo”. La declaración desató un debate jurídico de gran escala y reveló una estrategia de la Casa Blanca para expandir su influencia sobre el Congreso y el poder judicial.
Mientras el Congreso guarda silencio ante recortes presupuestarios unilaterales, los tribunales han frenado más de 100 acciones ejecutivas, con jueces alertando sobre un posible colapso institucional.
Vestido de negro y con gafas de sol, Elon Musk apareció en la Conferencia de Acción Política Conservadora empuñando una motosierra dorada, símbolo de su cruzada contra el gasto público. Como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk ha cerrado agencias, eliminado programas y reducido drásticamente estructuras enteras como la USAID.
Si bien sus medidas han entusiasmado a muchos conservadores, también han generado rechazo por afectar programas sociales fundamentales, en un contexto donde los recortes fiscales y el aumento de la deuda federal son preocupaciones crecientes.
Economía: volatilidad tras los nuevos aranceles
El anuncio de aranceles generalizados por parte de Trump el 2 de abril –el llamado “Día de la Liberación”– sacudió los mercados. Corredores como Richard McDonald se apresuraron a vender acciones ante la caída del índice S&P500. Aunque la promesa era revitalizar la industria nacional, las consecuencias inmediatas han sido aumento del desempleo, alza de tasas de interés y disminución de la confianza del consumidor.
La Reserva Federal advierte que el plan podría ralentizar el crecimiento económico e incluso llevar a una recesión, aunque en zonas industriales afectadas, algunos ven los aranceles como un acto de justicia económica.
Inmigración: medidas extremas y deportaciones sin precedentes
Las imágenes de migrantes deportados y encarcelados en El Salvador, entre ellos presuntos miembros del Tren de Aragua, han generado conmoción. La administración defiende su política como una forma de proteger al país, pero organizaciones de derechos civiles denuncian deportaciones sin debido proceso, incluso contra residentes permanentes.
Mientras las cifras de cruces fronterizos bajan, aumentan las redadas en empresas, hogares e incluso universidades. La represión ha alcanzado también a estudiantes extranjeros vinculados a protestas propalestinas.
Guerra contra las instituciones: educación, medios y corporaciones en la mira
Harvard demandó al gobierno federal tras el congelamiento de más de 2.000 millones de dólares en subvenciones, acusando a la Casa Blanca de coerción política. El caso ejemplifica la ofensiva de Trump contra universidades, medios de comunicación y grandes firmas que, según él, difunden una ideología liberal
Trump ha utilizado el poder federal como palanca para transformar instituciones tradicionales, con tácticas que han incluido demandas, presión financiera y vetos a contratos. Mientras tanto, empresas como ABC y CBS negocian acuerdos tras demandas legales impulsadas por la Casa Blanca.
Diversidad: el fin de los programas de inclusión
Una acusación sin pruebas de que programas de inclusión provocaron un accidente aéreo marcó el tono del ataque de Trump contra las políticas de diversidad y equidad (DEI). Bajo su directiva, el gobierno federal ha eliminado estos programas, presionando además a empresas e instituciones académicas para que hagan lo mismo.
Este retroceso afecta décadas de avances en representación racial y de género, especialmente tras el impulso dado por el movimiento Black Lives Matter. Corporaciones como Meta y Goldman Sachs ya han comenzado a desmantelar sus iniciativas.
Trump prometió transformar Washington. En apenas 100 días, ha puesto a prueba los límites del poder presidencial, el equilibrio institucional y la cohesión social del país. Lo que comenzó como una campaña disruptiva ha evolucionado en una presidencia que reconfigura, en tiempo real, las bases del sistema estadounidense.
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