Un informe de un cristiano sirio destacó que el futuro sigue siendo incierto debido a la falta de acción gubernamental para abordar problemas fundamentales. La infraestructura está en ruinas, con atención médica insuficiente debido a despidos basados en origen étnico y religioso.
Además, los cortes de electricidad han empeorado, afectando directamente la distribución de agua potable.
La situación de seguridad es especialmente crítica, con robos, secuestros y represalias diarias que afectan a muchas comunidades, incluidas barrios cristianos. Grupos yihadistas han sido responsables de ataques violentos en varias áreas. A pesar de estos riesgos, los cristianos siguen buscando formas de preservar la paz y la estabilidad en sus comunidades locales.
Incidentes recientes, como enfrentamientos en Jaramana y una masacre en la región costera, han intensificado las tensiones y la inseguridad en Siria. Sin embargo, los cristianos siguen encontrando consuelo en su fe y continuamente invocan la oración para superar estos desafíos.
A través de su ministerio, trabajan incansablemente para ofrecer esperanza y apoyo espiritual a sus comunidades afectadas por la violencia y la incertidumbre.
“Llevo dos noches sin dormir. Es horrible. Familias enteras aniquiladas. No puedo olvidar sus gritos mientras pedían ayuda antes de ser asesinados por esos yihadistas”, testificó un profesor de la Universidad de Latakia sobre la masacre en el país.
En medio de la violencia indiscriminada en Siria, voluntarios como el “Hermano J” de Banyas encuentran consuelo en su fe cristiana. A pesar de vivir una realidad caótica con coches sin matrícula y milicianos enmascarados, confía en la voluntad divina y siente la paz interior del cristianismo. Esta fe le permite enfrentar los desafíos con resiliencia y esperanza.
El nuevo gobierno interino ha reconocido la atrocidad ocurrida y ha establecido una comisión de investigación para reunirse con las familias de las víctimas. Sin embargo, este gesto se considera insuficiente para aliviar el sufrimiento generalizado en Siria. A pesar de la dificultad, los cristianos buscan promover la justicia, la misericordia y la reconciliación divina en el país.
Los cristianos en Siria piden oraciones por las iglesias locales, buscando la valentía y la sabiduría necesarias para actuar como pacificadores. También solicitan oración por los líderes y miembros de la iglesia para que puedan guiarse en el entorno inestable, al tiempo que promueven la justicia y la reconciliación entre las facciones en conflicto.
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La crisis actual en Siria es vista como un momento histórico para la iglesia, ya que presenta oportunidades únicas de evangelización y predicación del Evangelio.
Aunque las circunstancias son devastadoras, los cristianos consideran que es un tiempo ideal para compartir la esperanza eterna encontrada en Cristo con aquellos que han perdido confianza en los sistemas terrenales.
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