Desde enero de 2025, el dólar estadounidense ha venido perdiendo valor de forma notable, lo que ha encendido las alarmas sobre su rol como divisa de reserva mundial y su impacto en la economía tanto local como internacional. La caída coincide con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y según expertos, podría estar influida por sus políticas proteccionistas y arancelarias.
¿Qué está causando la caída del dólar?
El dólar opera dentro de un sistema de tipo de cambio flexible, lo que significa que su valor se determina según la oferta y la demanda global. No obstante, tratándose de una moneda de referencia internacional, la reciente baja —cercana al 9%— es vista como un hecho significativo.
Según Luisa Blanco, profesora de macroeconomía en la Universidad Pepperdine, esta depreciación también responde a la incertidumbre en los mercados financieros de EE. UU., donde los inversores han estado retirando capitales ante temores de desaceleración económica vinculada a los aranceles.
¿Cómo afecta esto a las exportaciones e importaciones?
Uno de los efectos positivos de un dólar más débil es el impulso a las exportaciones: los productos estadounidenses se vuelven más competitivos en el mercado internacional por ser más baratos para compradores extranjeros. Sin embargo, las importaciones —como alimentos, ropa o electrodomésticos— se encarecen, lo que podría impactar directamente el costo de vida.
¿Cuándo veremos estos cambios reflejados en los precios?
El impacto no es inmediato. Muchas empresas operan con inventarios adquiridos antes de la depreciación, por lo que el alza en precios puede tardar en sentirse. Sin embargo, en compras internacionales directas, como las realizadas a través de Amazon o en viajes al extranjero, los ajustes pueden verse de forma más rápida debido al tipo de cambio automático aplicado por bancos y tarjetas de crédito.
¿Viajar al extranjero será más caro?
Sí. Para los estadounidenses, un dólar más débil significa menor poder adquisitivo en el extranjero. Esto afecta directamente a quienes viajan, ya que sus gastos en otras monedas aumentan cuando el dólar vale menos.
¿Qué pasa con los préstamos e hipotecas?
El aumento en el costo de las importaciones podría generar presiones inflacionarias, lo cual complica el panorama para que la Reserva Federal decida reducir las tasas de interés. Esto podría traducirse en préstamos e hipotecas más costosos a mediano plazo.
¿Está el dólar perdiendo su estatus como moneda de reserva mundial?
Algunos expertos, como Barry Eichengreen (Universidad de California, Berkeley), advierten que la confianza global en el dólar podría deteriorarse rápidamente si la caída se prolonga. Sin embargo, Blanco señala que es prematuro sacar conclusiones definitivas, ya que el estatus del dólar va más allá de factores coyunturales y responde a décadas de consolidación.
¿Está alineada esta caída con la agenda de Trump?
Aunque el mercado es quien determina el valor del dólar, la depreciación podría coincidir con los intereses del presidente Trump de fortalecer la manufactura nacional, haciendo más atractivas las exportaciones y menos dependiente al país de las importaciones.
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