¿Cómo sería si Dios pensara en mí, de la misma forma en que yo pienso en Él? Él es el dueño del cielo y la tierra,
¿Qué puedo darle que no sea de Él? Si de su mano procede toda cosa buena,
¿Por qué lo culpable por todos mis problemas y no le doy gracias por las cosas buenas?
¿Cómo sería si Dios se compadeciera de mí, de la forma en que yo me compadezco de los necesitados?
¿Cómo sería si Dios fuera como yo, que solo prometiera y nunca cumpliera?
¿Cómo sería nuestra existencia, si en Dios siempre hubiera inconsistencia?
¿Cómo sería si Dios se hiciera el sordo, cómo yo lo soy cuando Él me llama?
Para ser cómo Dios, necesitamos un nuevo corazón. Precisamos un alma que sienta lo que Él siente y ojos que vean lo que Él percibe. Estas preguntas exigen de nosotros seria consideración. Dios todavía cambia corazones, sí solo se lo pedimos en nuestras oraciones. ¿Lo estás haciendo? De nuevo, te invitamos para que compartas este pensamiento con su audio y a aprenda más de nuestra labor de amor visitando nuestra página Web en: http://www.pazalasnaciones.org Si estamos aportando a tu vida espiritual déjanos tu breve comentario.
0 Comments